Alemania sigue dando palos de ciego y por segunda vez se ha equivocado al buscar el origen del E.Coli. Los ministros de Agricultura de la Unión acuerdan hoy en Luxemburgo las ayudas a los afectados.

El objetivo es fijar la cuantía y el tipo de ayudas que recibirán los productores de frutas y verduras de la Unión Europea, que han visto reducidas sus ventas por la epidemia de E. Coli. La ministra española de Agricultura, Rosa Aguilar, exigirá en Luxemburgo medidas extraordinarias para resarcir los daños producidos a nuestra agricultura.

Para la Comisión Europea, se trata de un problema que ha afectado a varios países, por lo que las compensaciones deben ser comunitarias. Una postura que no convence a los agricultores españoles. En su opinión, debería pagar sólo Alemania.

Un gobierno que no deja de recibir críticas internas por su manera de gestionar esta crisis. Su último error: señalar a una granja de Baja Sajonia como origen del brote de E. Coli. Los primeros análisis, no concluyentes, descartan que la soja cultivada en la plantación esté contaminada.

Aún así, sigue cerrada mientras se analizan sus otros cultivos, además de su sistema de riego y ventilación. Una política preventiva que ha resultado demasiado prematura y poco prudente. Por eso la Unión Europea ha decidido estudiar algunos ajustes en su sistema de alertas sobre alimentos peligrosos para evitar falsas alarmas en un futuro.