martes, 31 de mayo de 2011

El amor en los tiempos de chat


Ha sido uno de los grandes descubrimientos del siglo XX y nadie, en el momento actual, es capaz de predecir con exactitud lo que Internet puede suponer para el futuro de la Humanidad a medio y largo plazo.
Es, desde luego, un invento maravilloso. Todos y muy especialmente nuestra juventud no concebiríamos ya otro modo de vida sin la existencia de esta potente herramienta de comunicación y ayuda al desarrollo.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Recientemente la Asociación Psicoanalítica de Madrid alertaba sobre los peligros potenciales que puede tener una adicción patológica a Internet, particularmente entre los jóvenes.
Según la Organización Mundial de la Salud, la adicción patológica a Internet afecta a uno de cada cuatro jóvenes que utilizan reiteradamente la red, manifestándose en forma de múltiples y variadas psicopatologías que en algunos casos pueden revestir características auténticamente graves. En España se estima que entre un 10 y 15% de la población puede ser patológicamente adicta a Internet y muy especialmente la juventud con una permanencia abusiva en las redes sociales o en las salas virtuales de chat.
El uso desproporcionado de Internet puede provocar graves problemas de salud o poner de relieve algunos que estuvieran clínicamente ocultos. Según los expertos, la adicción a Internet supone al día de hoy la primera y más prevalente de todas las afecciones psicosomáticas que afectan a la juventud.
Cuando se está más de 4 horas diarias navegando por Internet o enganchado a las redes sociales debe considerarse la posibilidad de una adicción patológica que en la mayoría de los casos requerirá la intervención del psicólogo. En algunos casos, el joven recurre a la red como un reducto para su refugio o para crearse una personalidad artificial que venga a suplir sus carencias en la vida real.
Muchos jóvenes, y otros no tan jóvenes, han encontrado en Internet su mundo de relación. Prueba de ello es la ingente proliferación de plataformas en red dedicadas al lucrativo negocio para la búsqueda de unas nuevas formas de relaciones personales, muchas de las cuales ofrecen desde amistad, matrimonio, negocios y hasta sexo cibernético.
En el año 2000, una novela de ficción que escribí con Roca Infantes y que titulamos “El amor en los tiempos del chat”, quedó entre las finalistas del Premio Planeta de aquel año. Fue publicada por ese sello editorial en la colección de Autores Españoles e Iberoamericanos con un más que aceptable éxito de ventas. La escribimos intuyendo lo que en el futuro podría sobrevenir con el uso y abuso de Internet en las relaciones sociales y personales. Al día de hoy, diez años más tarde, somos conscientes de que nuestra imaginación para la ficción de aquel argumento se quedó en pañales. Más aún así, merece la pena leer la novela; yo se la recomiendo, sobretodo es muy divertida.

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